Un tango mal bailado

te sabia
medio muerto
jadeante
y no idiotizado
como antes, en cada una de tus malditas dimensiones
sin olores negros
sin risas sarcáticas
pero jadeante
en la más oscura de las noches
y suene o no trillado
la más re- cordable.

me gustas en dos cuadros
o tres,
entre lineas y subtitulos
casi rayando en lo morboso
en una imágen a lo A. Warholl
o saliendo de la ducha
en blanco y negro
nueva y ridiculamente jadeante
bajo un corto surrealista
o la tipica pelicula jolibudense
no confunda
no me confunda.

pequeño y temperamental
al borde de lo inhumano
y no me piensas ni un tercio
de lo que yo a ti,
porque hace unos meses te escribia
y ahora hay más que perder

así pasan los viejos tiempos / que dejaron de ser tiempo
en cuanto ya no los pude ocupar
y me sumergía timidamente
está vez sin sonidos inentendibles / sin ojos mirando
y los tiempos ya no eran tan nuevos
y la manecilla del reloj no era tan piadosa
esas millonésimas de segundo que pudieron sobrellevar el sueño
las tengo en un altar
aunque nunca terminaré de agradecer a los viejos tiempos
en honor del hoy
en su honor.