martes, 21 de octubre de 2008

A TU RECUERDO

CORINA Y EL MAR

Abordas en esta tarde de oleajes,
Una barcaza escrita sobre una vieja esquela,
Era la espera deseada en la soledad de los petreles,
Antiguo sueño de mareas sureñas.

Tu marinero rudo con su pipa de ensueños,
Dejó huella en la madera de altamar,
Y a golpe de cincel verde esperanza,
Se armo de velas, quillas en amplia eslora.

El contramaestre emprendió el vuelo de las distancias,
Largas vigilias para tu soledad marinera,
El agua de lágrimas que regaron tu jardín,
mantuvo en tierra anclada la estampa de hombre rudo.

Corina, grácil figura de ojos oceánicos,
Corazón silencioso de la memoria,
Compañera de viajes del contramaestre,
Vas surcando aguas de los sueños olvidados.

Una estrella se ha plasmado en el infinito,
La cruz del sur indica la travesía deseada,
Dos figuras abordan el lanchón del tiempo,
manos que se han vuelto a entrecruzar.

El luto invade el cielo de altamar costero,
Los cangrejos, los delfines, los peces de aguas extremas,
La antigua madera de los mares,
Puerto Montt atracado en el recuerdo,
Reviven en mis ojos la dulce espera de Corina y el mar.